Semana
27 de Septiembre
Josué 6:20
Entonces, cuando tocaron los cuernos, el pueblo gritó. En cuanto el pueblo oyó el sonido del cuerno y soltó un gran grito de guerra, la muralla se desplomó. Después de eso, el pueblo subió a la ciudad, cada uno directamente hacia delante, y conquistaron la ciudad.
¿Cómo sabemos que la ciudad de Jericó fue sitiada y conquistada en pocos días?
Respuesta: Lo sabemos porque en la antigüedad era costumbre que los ejércitos que querían conquistar una ciudad primero la sitiaban, o sea, no dejaban salir ni entrar a nadie. Así que los habitantes se veían obligados a consumir solo los alimentos que tuvieran almacenados, y cuando la ciudad caía, los vendedores se llevaban todas las riquezas, entre ellas los alimentos que quedaran. Pero, en el caso de Jericó, los arqueólogos que excavaron las ruinas encontraron mucho alimento. Esto fue un descubrimiento excepcional porque no han encontrado nada igual en otras ruinas.
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Lo
sabemos porque según los hallazgos, se encontraron grandes cantidades de
granos, y eso era poco común pues cuando una ciudad era sitiada los habitantes
no podían ni entrar ni salir, así que acababan con todas las provisiones que
tenían guardadas, de allí que apenas se hallaban una o 2 vasijas, encontrar tan
grandes cantidades evidencia que fue corto el sitio.
Los
ejércitos de la antigüedad acostumbraban sitiar las ciudades amuralladas que
querían conquistar, es decir, no dejaban salir ni entrar a nadie. Cuando la
ciudad al sin caía, los vencedores se llevaban todas las riquezas, entre ellas
los alimentos que quedaran. Si en los descubrimientos arqueológicos no se
encontraban alimentos quiere decir que el asedio duró mucho, lo contrario sobre
el alimento indicaba que fue rápida la conquista.
W15 15/11 13 párrs. 2, 3
Los ejércitos de la antigüedad acostumbraban sitiar las ciudades amuralladas que querían conquistar, es decir, no dejaban salir ni entrar a nadie. Los habitantes de la ciudad sitiada se veían obligados a consumir solo los alimentos que tuvieran almacenados. Cuando la ciudad al fin caía, los vencedores se llevaban todas las riquezas, entre ellas los alimentos que quedaran. Pero los arqueólogos que excavaron las ruinas de Jericó encontraron mucho alimento. La revista Biblical Archaeology Review afirma: “Aparte de restos de vasijas, lo que más se encontró entre las ruinas fue grano”. Ese es un detalle importante. ¿Por qué? La revista continúa: “Los arqueólogos no han descubierto nada igual en Palestina. A veces encuentran una o dos vasijas con grano, pero nunca cantidades tan grandes. Es un descubrimiento excepcional”.
La Biblia dice que los israelitas tenían buenas razones para no llevarse el grano de Jericó: Jehová les había ordenado que no lo hicieran (Jos. 6:17, 18). También dice que atacaron justo después de la cosecha (en marzo o abril), cuando abundaba el grano (Jos. 3:15-17; 5:10). El hecho de que se encontrara tanto alimento entre las ruinas de Jericó demuestra que fue sitiada durante poco tiempo, tal como dice la Biblia.
¿Qué perlas espirituales ha encontrado sobre Jehová, el ministerio y otros temas en la lectura bíblica de esta semana?
Josué 6:2-4
Justo antes de destruir Jericó ordenó a los israelitas que marcharan alrededor de la ciudad una vez al día durante seis días. Sin embargo, en el séptimo día hubo un importante incremento en la actividad.
Esto me enseña: que, de manera parecida, es posible que en nuestro tiempo, justo antes que llegue la destrucción de este mundo haya un incremento semejante en la obra de predicar. Seguramente seremos testigos y participaremos en la mayor campaña de proclamación del nombre y el Reino de Dios que haya habido en la historia de la humanidad.
Josué 6:5.
Las instrucciones dada a los israelitas
eran claras aunque un poco extrañas para ellos y para los y para los habitantes
de Jericó. Al séptimo día rodear las muchas 7 veces y luego gritar una vez que
oigan el sonido de los cuernos. Y así sucedió por su obediencia a las
instrucciones, tuvieron la victoria asegurada.
Seguir las instrucciones de Jehová y su organización nos ayuda a saber que tenemos el respaldo de Jehová y que nuestra labor no es en vano. Debemos incrementar nuestra labor de llevar las buenas noticias y que todos escuchen el grito de alabanza a Jehová.
Josué 6:11-15.
Nos muestra cómo los Israelitas obedecen al pie de la letra lo que Jehová le había dicho a Josué, dando vueltas alrededor de la ciudad, y lo hicieron aunque desde el punto de vista humano parecía ilógico, y fue porque confiaban en Jehová, sabían que la victoria vendría de él, lo mismo sucederá en el futuro, nuestra victoria dependerá de que sigamos las instrucciones y confiemos plenamente en que es Jehová quien nos acompañará.
Josué 6:17
Nos enseña que Jehová no olvida los actos de lealtad que demostramos por su pueblo, Él protegió a Rahab y a su familia, por saber protegido a los espías que estaban haciendo una obra para el, lo mismo hará por nosotros, si estamos dispuestos a proteger a sus siervos cuando los busquen con malas intenciones él también lo guardará en su memoria y nos protegerá luego.
Josué 6:18
Leemos la orden que Josué le da a los
israelitas: deben mantenerse lejos de todo lo que está reservado para la
destrucción. Pues, acercarse los haría a ellos también merecedores del mismo
final, lo mismo aplica para nosotros hoy, Jehová nos advierte sobre prácticas,
objetivos, que el odia, de seguro espera que nos mantengamos lejos de estas
cosas, y que mostremos por éstas el mismo desagrado que el siente por ellas.
Después del gran grito de guerra del
pueblo, ocurre un milagro: los muros de Jericó se desploman. De esta manera
Jehová muestra que está con Josué y su fama se extiende por toda la tierra.
Josué 6:22,23
Jehová respetó el acuerdo entre los dos
espías y Rahab, por eso, tal como habían prometido, ella y su familia son
conservados con vida, fueron sobrevivientes a la ejecución de aquella ciudad
impía.
Esto me enseña: que nadie es insignificante a la vista de Jehová. Él lee nuestros corazones y cuando descubre una chispa de fe, como la que había en el corazón de Rahab, se llena de alegría y por eso le da su protección. Además, este relato es una prueba de que Jehová respeta las promesas y las cumple, de modo que si tenemos fe seremos sobrevivientes a la destrucción mundial que se acerca con rapidez.
Josué 7:25.
Nos muestra que nuestros actos no sólo nos afectan a nosotros, sino también a quienes están a nuestro alrededor, en el caso de Acán su desobediencia incluso le arrebató la vida a sus hijos, sus animales, así que nos aman, y en quienes amamos, causarles dolor por no detenernos a pensar es un acto de egoísmo
Josué 6:26
Josué pronunció una maldición profética sobre la reedificación de Jericó. Sorprendentemente unos 500 años después se vio su cumplimiento en los días de Acab el rey de Israel.
Esto
me enseña: que solo «Jehová el autor de
la Biblia» puede inspirar esas profecías y hacer que se cumplan. Esto nos hace
ver que cuánto más frecuente e intenso sea nuestro estudio de la Biblia y sus
profecías, más real será Jehová para nosotros y crecerá y sus profecías, más
real será Jehová para nosotros y crecerá nuestra fe. Contrario a esto, es
probable que el estudio infrecuente o esporádico no produzca ningún efecto en
nuestra fe. Así que: ¡Estudiemos a diario la palabra de Dios!.
Josué 7:7-9
Josué fue un buen ejemplo en cuanto hacer
oraciones significativas a Jehová, él hizo una súplica muy apasionada sobre la
base de su nombre.
Jehová se encargó que se expusiera
públicamente el pecado de Acán, este hombre se engaño a sí mismo al pensar que
su pecado podía pasar inadvertido. Esto me enseña: que a Jehová le interesa que
sus siervos seamos fieles hasta cuando nuestras acciones no son de conocimiento
público. Él es un Dios «que mira en secreto» así que a sus ojos no pasan
inadvertidos los males ocultos.
Josué 7:19
Cuando Jehová señaló directamente a Acán
como el culpable, Josué usa palabras bondadosas hacía él, como: «hijo mío» y
«por favor» y le pide que confiese.
Esto
me enseña: que, nosotros los que somos
padres, a veces, nos hemos visto en la misma situación de Josué. Con el fin que
nuestros hijos confiesen algún pecado grave, hemos usado palabras bondadosas
para apelar a su corazón y se arrepientan de su mal proceder. Lo importante es
que los padres debemos ser firmes en favor a los normas divinas, y a diferencia
de Acán, tener la esperanza que nuestro hijo vuelva a los brazos amorosos de
Jehová.